Compatir provoca una gran satisfacción
Algo que aprendí de los blogs y ser blogger (desde 2012)
Hablaba con Nerea hace unos días de que millones de personas desconocen el sentimiento de compartir por el placer de compartir. Dejar comentarios por el deseo de comentar, … Hacer las cosas sin objetivos, de manera 100% orgánica. Sin buscar nada a cambio.
En la época de la blogosfera así eran las cosas… Antes del boom de los anuncios en los blogs, la afiliación, los contenidos patrocinados… Antes de todo eso, la gente dedicaba horas a proyectos, a compartir conocimiento, tutoriales, historias personales, poesía, aprendizajes… porque sí, por el motivo más puro de disfrutarlo y compartirlo.
Está claro que cuando compartimos algo que nos importa y recibimos una respuesta positiva (comentarios, "me gusta", etc.), sentimos que nuestras ideas y esfuerzos son valorados. Esto refuerza nuestra autoestima y funciona como refuerzo positivo. También lo hacíamos por esto, por supuesto. Pero recuerdo que con mi primer blog solamente con que la gente lo leyera era feliz (compartía anónimamente mi poesía, mis escritos). Solo con saber que a alguien le aportaba algo tan propio.
También había trolls y haters, no te creas. Por cierto, otro día hablo de esto, que tiene su diferencia.
Compartir sobre una misma era más natural y común que hoy día donde las redes se llenan de tips para llegar al éxito o consejos para cualquier cosa, y hasta los errores se comparten como éxitos superados (una vez pasada la mala racha, claro) o el contenido está tan manipulado que se admira a dos chavales que han montado una empresa millonaria supuestamente desde cero sin tener en cuenta sus grandes privilegios (que sus padres sean grandes magnates con cientos de contactos de relevancia o millones en el banco…. en fin).
Hoy día compartir sobre una misma se juzga como “no aportar valor”, si no lo hacen con estrategia, si no ordenas la información, si no…. blablabla… no, eso no era antes.
Y no es lo mismo, por supuesto.
Los espacios eran “menos” y entonces todo era más “gestionable” de algún modo pero existian microcomunidades que se conocían muy bien.
En España la comunidad de bloggers de escritores/as, pa/maternidad, moda y tecnología eran las 4 comunidades más grandes (que yo sepa y haya vivido). Eran comunidades reales, la gente se conocía aún sin haberse reunido físicamente. Se generaban relaciones. A Nerea la conocí así, en comunidad de bloggers que compartíamos sobre diseño de blogs y su personalización.
Pero antes de que todo explotara era todo tan genuino…
El dinero es quien lo ha profanado todo.
Por más que me justifiques lo de comentar cada día a X personas para crecer en tu red social… no lo entenderé. Yo no me pongo una tarea diaria en mi agenda para decirle “te quiero” a mi pareja o para llamar a mi madre… ¿Me entiendes?
Debo respetar también la realidad de quién soy, los espacios de no-socializar, mi carácter y su expresión o no-expresión.
Vengo de una era donde se compartía por placer y por ser humana… y hoy siento que todo es negocio.
En mi ejercicio profesional trabajo para que los negocios tengan personalidad y carácter. Trabajamos con negocios unipersonales (marcas personales), pero también con empresas, que tienen equipo. Dotar a un negocio de marca es ayudarla a actuar con coherencia estratégicamente para cumplir su propósito y los objetivos de negocio.
Dentro de su actividad existen las acciones que debes cumplir básicas y luego puedes tomar un montón de decisiones en base a tu personalidad, en base a construir marca, que luego derivará en negocio, pero que tu motivación principal no es esa, es simplemente ser.
Algo que se puede aplicar a los negocios pero nos cuesta en las propias personas y negocios unipersonales.
Lo que más me enfada, honestamente, es que parece que lo único que importa es “que funcione”.
Pero piensa:
Antes comentar publicaciones, compartirlas, escribir sobre tu vida o experiencia, no pensar en cómo monetizar las cosas… era algo que “funcionaba” pero dejamos de compartir por razones laterales.
Que funcione más una cosa que otra no significa que sea mejor.
Ética y pensamiento crítico.
Esta conclusión es buen título para otra carta, ¿verdad? Pero no me apetece mucho hablar de trabajo… Queda ahí la idea… por si me apetece algún día.
Ahora… ¿Por qué nació eso de escribir en blogs y compartir? ¿Qué sentido tiene si no ganas dinero?
Bueno, además de que debes revisarte si no eres capaz de invertir tiempo en actividades de las que no busques un beneficio económico o rendimiento en sí mismo, si no eres capaz de hacer cosas porque sí, por el placer de hacerlas… cuídate de esa trampa cultural – tema para otro post también–.
La satisfacción de compartir (contenidos de otras personas o contenidos propios) también tiene explicaciones científicas fundamentadas en estudios de psicología, neurociencia y sociología. Te comparto algunos:
Liberación de oxitocina y activación del sistema de recompensa:
Compartir activa áreas del cerebro relacionadas con el placer, como el núcleo accumbens y la corteza prefrontal ventromedial. Esto genera una sensación de gratificación similar a la experimentada al comer o recibir un regalo. No es una gratificación compleja, pero sí potente. Esta la he sentido muchas veces, es una de mis grandes motivaciones biológicas para seguir compartiendo y divulgando, junto al punto 6. Compartir experiencias o historias significativas activa la liberación de oxitocina, conocida como la "hormona del amor", que fortalece la sensación de confianza y conexión social.Altruismo recíproco:
Desde un punto de vista evolutivo, compartir conocimientos o experiencias crea una base para la cooperación y el intercambio de recursos en una comunidad. Esto, a largo plazo, incrementa nuestra percepción de seguridad y pertenencia. Nos conocemos, nos conocen.. sabemos qué podemos esperar de quién, pero a la vez estamos generando un aprendizaje colectivo basado en los testimonios, las experiencias… realmente se forja una comunidad, aunque sea digital, es mejor que nada ¿No crees? Es esta sociedad tan individualista el hecho de crear comunidad real y no en pro a enriquecer a uno, es muy escaso.Reducción del estrés
Compartir pensamientos o experiencias, especialmente en formato escrito, tiene un efecto similar a la terapia expresiva. Estudios muestran que escribir y compartir puede disminuir la actividad en la amígdala (asociada con el estrés y el miedo) y aumentar el bienestar emocional, entre otras conclusiones que derivan en la función terapéutica de escribir, pero sobre todo el hecho de comunicar, incluso en temas de trauma según el caso y la forma.Refuerzo de la identidad personal
Compartir en un blog permite reafirmar nuestra identidad y valores. Al escribir y comunicar nuestras ideas, profundizamos en quiénes somos y lo que representamos, aquello en lo que creemos y por qué, pero a la vez lo cuestionamos aún sin querer… Esto es algo muy valioso para nuestra autoestima y autoconcepto.Sentido de propósito y sensación de trascendencia
Las investigaciones en psicología revelan que al compartir algo que puede inspirar o ayudar a otras personas, sentimos que dejamos una "huella" en el mundo, aportar algo útil a la sociedad, está asociado con niveles más altos de felicidad y propósito. Este sentimiento de trascendencia está asociado con niveles elevados de bienestar y satisfacción personal. Esto es lo que he sentido yo de manera más motivadora y consciente.
Estos mecanismos combinan aspectos sociales, biológicos y emocionales, lo que explica por qué compartir es tan gratificante tanto para nuestra mente como para nuestro cerebro.
He podido experimentarlos todos pero te confieso que muchas veces la falta de tiempo hace que esa relación haya cambiado. Obviamente ya no me comporto como hace 13 años en el mundo online. Mi negocio no me lo permite y las exigencias algorítmicas son bestiales.
Me he podido adaptar pero… me queda mucho para lograr volver a aquella relación. Quizás nunca vuelva…
A veces cuestiono lo que hago y cómo lo hago, si soy coherente, si tiene sentido… Desde que he podido hacer uso de Internet no he podido dejar de compartir pensamientos, sentimientos, aprendizajes,… sin un objetivo específico más que supongo los de la lista que he mencionado.
Es lo que hace que me sienta bien conmigo misma, para no sentir que mi contenido es relleno sin valor, para recordar todo lo que te he compartido en este post… algo tan valioso que se ha perdido tanto…
La unicidad de cada una, la autenticidad.
Compartir por el hecho de compartir y ser capaz de disfrutarlo.
Al final esta carta es un recuerdo, una queja al presente, un aprendizaje y un tirón de orejas.
Llena de nostalgia. ¿La notas?
Suena muy a “cuando yo era joven..” y es que las horas que echaba a la escritura, la lectura y al blog… por amor al arte…
Bueno, si te apetece ¡compárteme lo que opinas tú sobre todo esto!
Y ¡disfruta de los beneficios! ;)
Hasta la próxima,
Mónica Lemos
P.D./ Mi libro en contra del éxito convencional y que te ayuda a perseguir tu propio éxito está disponible aquí.
P.D.2/ Si eres o sospechas que eres neurodivergente seguro te interesa Libremente, si no quieres suscribirte de pago tienes horas de contenidos gratuita que ya compartimos en el pasado.
Algunas fuentes interesantes sobre todo este tema:
“The Moral Molecule: the new science of what makes us good or evil” de Paul J. Zak – Libro link de Amazon con afiliación
“To Tell or Not to Tell: Disclosure and the Narrative Self” Monisha Pasupathi,1 Kate C. McLean,2 and Trisha Weeks1 1 University of Utah 2 Western Washington University – PDF
"Regulating emotion and identity by narrating harm" Monisha Pasupathi, Jacob Billitteri, Cade D. Mansfield, Cecilia Wainryb, Gracia E. Hanley ,Kiana Taheri – Estudio
“The Varieties of Self-Transcendent Experience” David Bryce Yaden, Jonathan Haidt, Ralph W. Hood, Jr., David R. Vago, and Andrew B. Newberg. – Estudio
“Being good by doing good: Daily eudaimonic activity and well-being” Michael F. Steger, Todd B. Kashdan, Shigehiro Oishi. – Estudio
“Writing about Emotional Experiences as a Therapeutic Process” James W. Pennebaker – PDF
Fehr, E., Fischbacher, U. The nature of human altruism. Nature 425, 785–791 (2003). – Estudio
“Disclosing information about the self is intrinsically rewarding” Diana I. Tamir and Jason P. Mitchell – Estudio
Todo se ha sofisticado mucho desde la época de Bogspot. O de myspace, jeje... pero nos encantan los retos. Ha.
Totalmente cierto, así era la época de los blogs